Situada en un pabellón de té neoclásico construido en 1934 y rodeada por los excepcionales jardines de Kensington, en Hyde Park, la Serpentine Gallery ha sido, desde su fundación en 1970, un enclave privilegiado para el arte moderno y contemporáneo en la capital británica. Desde el año 2000, esta institución tiene una cita veraniega con la arquitectura: sus directivos convocan cada vez a un estudio diferente para que construya un pabellón temporal en los jardines, un lugar de encuentro de unos 300 metros cuadrados que alberga una cafetería y otros espacios para la celebración de conferencias, proyecciones y otros tipos de eventos estivales. En años anteriores, fueron Zaha Hadid y Daniel Libeskind los arquitectos elegidos, y en 2003 será el veterano Óscar Niemeyer quien se encargue de su diseño.
El proyecto de 2002, desarrollado en colaboración con el ingeniero Cecil Balmond, de la firma Arup, partió de la idea de crear una estructura sin soportes y que no estuviera basada en una malla ortogonal. Entre todas las posibilidades, se optó por construir una caja de base cuadrada que se sustenta mediante un armazón de piezas planas de acero entrecruzadas, donde todos los elementos funcionan de manera interdependiente formando un complejo sistema cuya combinación, aparentemente aleatoria, está basada en cálculos matemáticos muy precisos. La superficie exterior se reviste alternando paneles de aluminio y de vidrio, que siguen las líneas marcadas por las piezas estructurales de acero. De esta manera, se genera un patrón geométrico formado por multitud de piezas de diferentes formas y tamaños que, sin dejar a la vista la estructura, tampoco la oculta, dando lugar a un nuevo tipo de relación entre los elementos del edificio que resulta de la fusión de estructura, superficie exterior y ornamento. En el interior, las líneas estructurales se mantienen en el suelo, donde se han plantado algunas piezas de césped siguiendo el mismo patrón.
